Add parallel Print Page Options

Y David le dijo:

«No tengas miedo, que por el gran aprecio que le tenía a tu padre voy a tratarte con mucha bondad; voy también a devolverte las tierras que fueron de tu abuelo Saúl, y desde hoy te vas a sentar a mi mesa.»

Mefiboset volvió a inclinarse ante el rey, y le dijo:

«¿Pero quién soy yo? ¡Este siervo tuyo no es más que un perro muerto!»

Entonces el rey llamó a Sibá, el siervo de Saúl, y le dijo:

«Hoy le he devuelto al hijo de tu señor todas las posesiones de Saúl y de su familia.

Read full chapter